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El ESTRÉS nunca va a desaparecer – 7 Tips para una Vida Equilibrada a pesar del Estrés

by Jhenny Antiques agosto 01, 2023

El estrés se manifiesta como una respuesta fisiológica del cuerpo ante situaciones que percibimos como abrumadoras o desafiantes. Es decir, es algo inherente a todo ser vivo. Por eso NUNCA va a desaparecer.

Ahora bien, es importante destacar que no toda manifestación de estrés es perjudicial. De hecho, estudios subrayan que ciertos niveles de estrés, conocidos como estrés positivo, pueden influir constructivamente en nuestra capacidad para adaptarnos a nuevas circunstancias, inclusive las que forman parte de la cotidianidad.

Decidí abordar nuevamente el tema del estrés en el post de hoy, desde la convicción de que la información y el entendimiento sobre este tema son básicos y siempre necesarios.

La investigación continua y la evolución sobre este tema arrojan siempre algo nuevo y, al profundizar en la información para este post, he revalidado varios puntos críticos que reafirman la trascendencia de aprender a manejarlo, especialmente en estos tiempos en que vivimos en una sociedad cada vez más frenética.

Además, lo hago también por una razón personal debido a los retos que enfrento emprendiendo y llevando adelante mi propio proyecto que innegablemente trae consigo, no pequeñas dosis, sino galones industriales de estrés e incertidumbre 😅

Repasemos brevemente…


¿Qué es el estrés?

El estrés, considerado a menudo como el «mal del siglo», es una respuesta física y emocional que provoca el organismo ante situaciones de presión o peligro, tanto reales como percibidas. Cuando nos enfrentamos a los desafíos de la vida cotidiana, dentro de los cuales se incluyen las demandas laborales y personales, nuestro cerebro emite señales para producir una serie de reacciones en nuestro cuerpo.

Estas incluyen la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, lo que causa un aumento en la frecuencia cardíaca, la respiración acelerada, y un incremento en nuestros niveles de alerta y concentración.

Si bien esta respuesta es necesaria y beneficiosa en momentos de peligro, el estrés crónico (aquel que persiste durante mucho tiempo) puede llevar a problemas graves de salud física y mental como enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, depresión, entre otros.

De aquí radica la importancia de aprender a manejarlo de manera efectiva.

¿Alguna vez te has preguntado cómo tu respuesta diaria ante situaciones de presión podría estar afectando tu bienestar general, y qué podrías hacer para comenzar a transformar ese estrés en una herramienta de crecimiento y automejora?

¿Cuántos tipos de estrés existen?

Aquí podríamos profundizar tanto como queramos, hay muchos tipos de informes con diversas líneas de estudio, sin embargo, para que te sea útil te voy a explicar: 1. Cómo se clasifica según su categoría y 2. Cómo se clasifican según la duración, frecuencia y las emociones que desencadenan en el individuo.

1. Cómo se clasifica el estrés según su categoría

Eustrés o Estrés Positivo:

El estrés positivo actúa como un motivador. Este se produce cuando las situaciones de estrés son consideradas retos factibles de superar, lo que resulta en un impulso que nos motiva a llevar a cabo tareas y enfrentar desafíos.

El eustrés, por tanto, es beneficioso para el desarrollo personal y profesional, y puede mejorar la resiliencia, el rendimiento y el sentido de satisfacción.

Un claro ejemplo podría ser la emoción y nerviosismo antes de una presentación importante o una competencia deportiva.

Distrés o Estrés Negativo:

Este tipo de estrés surge cuando experimentamos situaciones de presión continua o sumamente intensas que superan nuestra capacidad de afrontamiento.

El distrés usualmente se siente como algo que no se puede manejar y puede llevar al agotamiento físico y emocional, con un impacto perjudicial en nuestra salud, rendimiento y calidad de vida.

Un episodio severo de distrés puede desencadenar en ansiedad y/o depresión.

2. Cómo se clasifica el estrés según la duración, frecuencia y las emociones que desencadena

Estrés Agudo:

Es el tipo de estrés más común y es el que experimentamos en el día a día. Se produce ante situaciones puntuales que implican cierto desafío o amenaza, como una discusión intensa o un examen importante.

Aunque puede ser emocionalmente perturbador, generalmente no tiene consecuencias de salud a largo plazo porque generalmente se alivia una vez que la situación se resuelve.

Estrés Episódico Agudo:

Este tipo de estrés ocurre cuando experimentamos estrés agudo de manera frecuente y con más intensidad. Las personas que viven el estrés de esta manera suelen llevar una vida caótica, saltando de una crisis a otra y están sometidas a continuas presiones que les generan ansiedad.

Esta frecuencia del estrés puede conllevar a problemas de salud más serios.

Estrés Crónico:

Este tipo de estrés, se aplica a situaciones de largo plazo y su intensidad puede ser alta o baja, pero siempre es constante. Es el tipo más peligroso de estrés.

Se trata de un estado de alerta constante que experimenta la persona debido a circunstancias adversas que se mantienen en el tiempo, como un trabajo insatisfactorio, problemas familiares, económicos, enfermedades, etc.

Si no se maneja adecuadamente, el estrés crónico puede tener graves consecuencias para la salud física y mental.

Mantén una Vida Equilibrada a pesar del Estrés

Como hemos visto, la tensión generada por circunstancias agobiantes forma parte de la vida, aún así hay otras veces que no necesariamente debe interpretarse como algo negativo.

No obstante, es importante reconocer que ciertos escenarios, particularmente aquellos que persisten en el tiempo, pueden tener un impacto nocivo en nuestra salud física y emocional.

Si llegara a un punto en el que el estrés prolongado interfiere con nuestras tareas diarias, es necesario, y me atrevo a decir «obligatorio», adoptar medidas apropiadas para manejarlo. Con esto en mente, te dejo estos SIETE TIPS:

  • 1. Autoconocimiento: Identificar las fuentes de estrés en tu vida es el primer paso. Observa tus hábitos, rutinas y actitudes. ¿Cómo manejas las situaciones estresantes? Conocerte a ti misma te ayudará a entender mejor tus respuestas emocionales.

¿Has tomado un momento para reflexionar sobre cuáles son las verdaderas fuentes de estrés en tu vida y cómo respondes emocionalmente a ellas?

  • 2. Estableciendo Límites: Aprende a decir no a las solicitudes que crean estrés excesivo en tu vida. Esto puede referirse a tus obligaciones laborales, actividades sociales y obligaciones familiares. No puedes hacerlo todo; reconocer tus límites es saludable.

¿Cuán a menudo te encuentras diciendo «sí» a compromisos cuando realmente quisieras decir «no», y cómo impacta esto en tu nivel de estrés?

  • 3. Actividad Física: El ejercicio regular es una manera increíble de aliviar el estrés. Ayuda a disminuir los niveles de las hormonas del estrés en el cuerpo, como la adrenalina y el cortisol, y ayuda a producir endorfinas que actúan como analgésicos naturales y elevadores del estado de ánimo.

¿De qué formas podrías incorporar más actividad física a tu rutina diaria para ayudarte a manejar mejor el estrés?. – Piensa que el solo hecho de caminar y pasear te despejará la mente.

  • 4. Nutrición Balanceada: Los alimentos que consumes pueden afectar tu estado de ánimo y energía. Por eso, es esencial mantener una dieta equilibrada y saludable, rica en frutas, verduras, proteínas y granos enteros. Evita el exceso de cafeína y alcohol, que pueden desencadenar la respuesta del estrés. Mi principal consejo, elimina lo más posible el azúcar y comida chatarra.

¿Cómo podría un cambio en tu alimentación ayudarte a manejar el estrés de una manera más efectiva?

  • 5. Práctica de Mindfulness y Meditación: La atención plena y la meditación pueden ayudarte a combatir el estrés al mejorar tu capacidad para concentrarte y calmar tu mente. No pienses que necesitas invertir horas. Con practicar 10 minutos pero de calidad, es un buen paso.

¿Cómo podrías incorporar prácticas de atención plena y meditación a tu rutina diaria para disminuir tus niveles de estrés?

  • 6. Tiempo de Calidad: Reserva tiempo para ti. Hacer algo que disfrutas, ya sea leer un libro, escuchar música, pasear en la naturaleza o practicar yoga, puede proporcionarte una sensación de tranquilidad que alivia el estrés.

¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un tiempo solo para ti, haciendo algo que realmente disfrutas y cómo se reflejó en tu estado de ánimo general?

  • 7. Busca Apoyo: No tienes que enfrentarte al estrés sola. Habla de tus preocupaciones con amigos de confianza o considera buscar ayuda profesional con un coach, un terapeuta o consejero. A veces tener una perspectiva externa puede proporcionar nuevas estrategias y soluciones para manejar el estrés.

¿Tienes a alguien con quien puedas compartir tus preocupaciones y desafíos relacionados con el estrés?, tu persona espirulina (no tóxicas, por favor)… o has considerado buscar el apoyo de un profesional?


Compartiré contigo mi lista de vídeos sobre el estrés. Así tendrás más información y entenderás la importancia de aprender a manejarlo.

De mi canal de YouTube 👉

¿Cómo reducir el Estrés y la Ansiedad?

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