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¿Es posible aprender a practicar mindfulness?

by Jhenny Antiques junio 19, 2020

Seguramente hayas escuchado hablar del mindfulness. Se trata de lo que en español se ha venido definiendo como atención plena. Podría decir que es una técnica de relajación, pero también es una forma de meditar y, en definitiva, una manera diferente de afrontar la vida.

¡Puedes aprender a practicar mindfulness a cualquier edad y disfrutar de todos los beneficios que te aporta!

El mindfulness te invita a vivir el presente, a ser consciente de todo lo que hay a tu alrededor y de los mensajes que te envía tu propio cuerpo. A evitar dispersar tu mente y a concentrarte en lo que tienes entre manos y no en problemas pasados, futuros o que no es el momento de tratar.

Y lo hace a través de ejercicios que van desde los más sencillos a los más avanzados. En el caso de los más sencillos, cualquiera puede practicarlos. Solo hay que tener un poco de fuerza de voluntad y de disciplina para dedicarle unos minutos al día.

Por eso, te digo que es posible aprender a practicar mindfulness independientemente de tu trabajo, de tus gustos o incluso de tu edad.

Vamos a ver algunos de los ejercicios más básicos de mindfulness con los que puedes comenzar a descubrir esta técnica.

Sé consciente de tu entorno

El mindfulness quiere que seas consciente de todo lo que hay a tu alrededor. Cosas que ves cada día pero de las que prácticamente no eres consciente. 

Puedes practicar unos minutos de atención plena en tu oficina, centrando tu atención en la forma del tirador de tu cajón, en un bolígrafo o en cualquier otro objeto de tu escritorio.

Se trata de centrarse en ese objeto, en su forma, en todos sus detalles sin pensar en nada más. Si la mente se nos va a otros problemas o temas, hay que recomenzar y tratar de pensar exclusivamente en aquello que tenemos delante.

Muchas personas disfrutan de sesiones de mindfulness al aire libre, centrándose en los sonidos de la naturaleza o en la observación del mar. Todo esto puede hacer que sea un poco más fácil y agradable.

Las primeras veces no será sencillo y seguramente te disperses. Pero si eres tenaz y persistes, poco a poco irás viendo como te cuesta mucho menos concentrarte. Y no solo en los elementos de tu entorno, sino también en cualquier otro aspecto de tu vida.

Aprenderás, en definitiva, a vivir el presente y en ser consciente de lo que estás haciendo en ese momento en lugar de dejar que tu mente esté en otro lugar e incluso en el futuro.

Descubre tu cuerpo y tus sensaciones

El cuerpo y las sensaciones también pueden redescubrirse desde el punto de vista del mindfulness. Algunas personas realizan un sencillo ejercicio que les ayuda a ser conscientes de todo su cuerpo y a relajar las tensiones musculares.

El ejercicio consiste en centrar la atención en los pies, ser plenamente consciente de los pies, de los puntos en los que pueden doler, de cada uno de los dedos… sentir como se relajan y, a continuación, olvidarse de ellos para centrar toda la atención en las pantorrillas y repetir el proceso.

Paso a paso, se recorren las diferentes zonas del cuerpo logrando un gran relax una vez que se consigue un control de la atención. Este ejercicio es perfecto para realizar antes de dormir porque favorece la relajación total.

No importa si las primeras veces que se hace cuesta mantener la atención. Incluso se puede comenzar realizando el ejercicio con áreas más amplias, como las piernas, los brazos o el torso para, según se va logrando mantener la atención, centrarse en zonas cada vez más pequeñas. 

Aprende a respirar con mindfulness

Las técnicas de respiración y de relajación son uno de los pilares del mindfulness. Las respiraciones profundas y conscientes favorecen la relajación del cuerpo y también de la mente, así como una correcta oxigenación.

La respiración diafragmática, es decir, aspirando el aire por la nariz y dejando que penetre hasta el diafragma, es muy importante. Es un tipo de relajación que solo se produce de manera natural al estar muy relajados.

Practicar conscientemente estas respiraciones te ayudará a sentirte más relajado y a gusto. Pero debes de centrar toda tu atención en la respiración, sentir como el aire penetra en tu cuerpo, como tu vientre se hincha y como, a continuación, exhalas despacio.

Un solo minuto de respiración diafragmática consciente puede ser una buena manera de recomponerse ante una situación de estrés o una sensación de ansiedad ya que además de resultar relajante de por sí obliga a centrar la atención en algo neutral.

Algo tan sencillo como un minuto de respiración consciente, que puede hacerse en cualquier lugar y varias veces al día, puede ser una buena forma de trabajar la atención y de comenzar a practicar mindfulness.

En el mindfulness tienes una buena opción para redescubrir la vida con otro enfoque basado en la apertura, la curiosidad y libre de juicios.  

Dirigir la atención consciente a experiencias tales como escuchar, ver, masticar, probar, tocar, oler, la atención al cuerpo físico y a los patrones de pensamientos te enriquecerán enormemente.

Permítete descubrir nuevos caminos de bienestar.

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