Aprende de tus miedos y sácales provecho
¿Piensas que los miedos son malos? Bueno, te diré que… en realidad están allí por algo.
Hoy te comparto algunas pinceladas de por qué NO debes eliminar el miedo.
Una de las emociones primarias que nos acompaña desde el primer momento que llegamos al mundo es el miedo, esa emoción que nos inquieta, nos hace actuar de forma errática y en ocasiones nos impide desenvolvernos con normalidad. Esta emoción es natural y se crea a partir de situaciones que nuestro cerebro perciba como amenazas.
Desde muy pequeños podemos temer a la oscuridad, personajes de TV o incluso a animales, pero sin que nos demos cuenta estos temores van desapareciendo con el paso del tiempo. Sin embargo, ahora somos adultos y nuestros miedos de alguna u otra forma han cambiado, situaciones como el rechazo, el fracaso o la soledad se presentan como una barrera para nuestro rendimiento y calidad de vida.
Una de las preguntas más frecuentes que surgen por parte de personas que sufren temores es ¿cómo eliminar el miedo?.
Incluso YO, en su momento, pensaba que eliminar el miedo era lo que «tenía que hacer», pero el miedo no se puede eliminar, es una emoción que forma parte de nosotros. En tal sentido, las preguntas correctas serían: ¿cómo vencer el miedo?, ¿cómo convivir con mis temores y sacar provecho de ello?, o ¿cómo evitar que los temores afecten de forma negativa mi día a día?
Entendiendo el miedo: cómo lo interpreta nuestro cerebro y cómo reacciona nuestro cuerpo
Cuando el ser humano percibe algún elemento o situación que de alguna forma pudiera ser una amenaza, en nuestro cuerpo se inicia un proceso químico en el cual las neuronas llevan cierta información al cerebro y este responde creando un estado de alerta. A simple vista es un mecanismo de defensa primario, no solo presente en el ser humano sino también puede apreciarse en cualquier ser vivo de la naturaleza, incluso, estudios científicos han comprobado que las plantas pueden vibrar de una forma diferente cuando sienten miedo o identifican una amenaza.
Este mecanismo de defensa es parte de nosotros, no podemos deshacernos de él, y si no sabemos manejarlo puede desarrollar una barrera que nos hace huir constantemente de lo que consideremos una amenaza como también puede inmovilizarnos y hacernos quedar estancados en situaciones poco beneficiosas. El temor quizás pudo ser útil hace miles o millones de años cuando éramos vulnerables a depredadores, pero en un «mundo civilizado» debemos vencer el miedo, ya que en caso contrario nos pudiera alejar de oportunidades o momentos importantes para nuestro éxito y felicidad.
Interpretando los aspectos positivos del miedo para nuestro beneficio y cómo aprovecharlo:
El miedo puede ser un gran aliado para nuestra salud, un gran porcentaje de las personas suelen ser descuidadas con su salud, pero cuando conocen casos de personas que han padecido o padecen enfermedades graves por sus excesos o malos hábitos alimenticios, toman cartas en el asunto y ajustan su estilo de vida para prevenir cualquier afección médica. De igual manera, el temor a ser reemplazado puede ayudarte a dar tu máximo rendimiento en deportes, en actividades artísticas o en tu entorno laboral.
El miedo no siempre es negativo, por tanto, te recomiendo 3 tips sencillos para vencer el miedo y convertirlos en aliados para lograr el éxito.
1. Conoce y analiza tus temores: El miedo es una emoción que siempre estará con nosotros, ¿por qué no presentarnos y conocernos?, ¿por qué no tener una charla con tus temores? Este sería un momento para analizar desde qué momento inició el temor, qué situaciones lo alimentan y qué sería lo peor que pudiera pasar ante la supuesta amenaza.
Analizar desde qué momento inició el temor es importante. Por ejemplo, si durante niño bajaste al sótano, sentiste el ambiente oscuro y saliste corriendo, puedes preguntarte ¿qué hubiera pasado si solo fuera prendido la luz? (Si, parece una tonteria, pero recuerda, cuando éramos niños «eso» era un mundo desconocido y fuera del alcance de nuestra lógica y entendimiento).
Estudiar qué situaciones alimentan tus temores puede ayudarte a entender mejor por qué tu cuerpo reacciona así y de esta forma podrías plantearte qué eventos pudieran suceder al hacer frente a los mismos. Podemos tomar por ejemplo a una persona que tema asistir al gimnasio para entrenar, en tal sentido, esa persona debe plantearse: ¿si visito el gimnasio, entreno y hago frente a mi temor qué pudiera pasar? Las situaciones que pudieran pasar serían las siguientes: mejoraría su salud, mejoraría su apariencia física, establecería nuevas amistades… Todo apuntaría a que si hace frente a su temor al gimnasio obtendría beneficios para su calidad de vida.
El punto, buscar el propósito en positivo que puedes extraer de ESE miedo.
2. Siente tus temores y hazte su amigo: Si tienes temor al mar la mejor forma de vencer el miedo es enfrentándolo. Puedes sumergirte hasta los hombros en un área que sea segura y mantenerte en él con serenidad, mover tus brazos y piernas, sentir que a pesar de su grandeza si te encuentras en un área segura nada pasará.
De igual manera, sucede con la oscuridad, el rechazo o el fracaso, ya que puedes emprender todos los proyectos que desees, y si estos funcionan mal, verás que siempre habrá opciones, de una u otra forma, de superarlos. Incluso, pueden ser experiencias enriquecedoras que te prepararán para iniciar tu próximo proyecto.
3. Practica siempre que puedas y nunca pares: Luego que te hagas amigo/amiga de tus temores debes interactuar con ellos siempre que puedas. Por tanto, si temes a la oscuridad, medita en tu habitación con la luz pagada; si temes al mar, visítalo con frecuencia y báñate en sus aguas; si temes hablar en público, ofrécete siempre que haya que leer un texto en tu escuela, universidad, iglesia, trabajo… Los temores siempre debes enfrentarlos, tarde o temprano, pero enfréntalos.
¡Nunca pares! Así los dominarás y esta emoción primaria funcionará para tu beneficio.
Los verdaderos miedos, no existen como tal, estan en ti y puedes superarlos. Sé valiente y busca las oportunidades infinitas de superar tus miedos. Share on XEntiendo que no es fácil, ¡lo sé!. Yo sigo integrando mis sombras para fortalecerme a través de mis miedos. Es posible, una vez tomas la desición, ¡es posible!