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5 Tips para dejar de procrastinar

by Jhenny Antiques octubre 23, 2020
Mujer procrastinando

¿Eres de los que posponen una y otra vez sus tareas?. Tal vez tengas pendiente realizar el cambio del aceite de tu coche, acostumbres estudiar la noche antes de tu examen de la universidad o laves la ropa hasta que ya no tienes nada más que ponerte. Si situaciones como estas son parte de tu vida cotidiana, entonces eres un procrastinador.

Desde el punto de vista de la psicología, procrastinamos para sentirnos mejor. En sí, es una paradoja pero lo cierto es que lo hacemos por una «intención positiva», que no quiere decir que sea la correcta ni lo mejor para nosotros.

En realidad, se trata de nuestra mente jugándonos una mala pasada porque, al postergar nuestros deberes, sucede justo lo contrario, nos cargamos de culpa y sensación de malestar. Además del estrés que esto también supone.

En general, TODOS somos procrastinadores. Si, yo misma lo soy, a veces. Lo importante es que, al menos, seamos PROCRASTINADORES CONSCIENTEMENTE RESPONSABLES (como me gusta llamarlo).

En este artículo, te doy cinco tips para que puedas superar la tendencia a procrastinar. Pero primero, debes identificar cuáles son las razones que te empujan a hacerlo. No lo pospongas más… ¡Comencemos!

Reloj indica posponer tareas, ir tarde, procrastinar

Procrastinación: identificando al enemigo de la productividad 

Postergar ciertas tareas es algo que todos hemos hecho en alguna ocasión. Hasta los individuos más organizados tienen que postergar de vez en cuando, sobre todo cuando surgen imprevistos.

Así que no debes sentir que fracasaste si, por ejemplo, tienes que dejar la casa sin limpiar porque tuviste que atender una emergencia. A eso no me refiero cuando hablo de procrastinar.

La procrastinación siempre tiene connotaciones negativas. Tiene que ver con la tendencia a dejar de realizar cierta tarea importante o de cumplir con alguna responsabilidad u obligación por preferir realizar actividades placenteras. 

Quienes desarrollan este hábito pueden tener problemas para encontrar y conservar un empleo, mejorar sus oportunidades laborales y disfrutar de la satisfacción que resulta de un trabajo bien hecho. Por otro lado, si lo piensas bien, posponer actividades que de todas formas tendrás que hacer solo aumentará tus niveles de ansiedad y estrés.

¿Por qué tenemos tendencia a procrastinar?

Detrás de la procrastinación pueden haber múltiples razones, complejas y no tan complejas. Es normal que, de vez en cuando, decidas posponer ciertos deberes para disfrutar de actividades placenteras, siempre que se puedan afrontar después sin perjuicios.

Ahora bien, la procastinación es un problema serio si interfiere en tu estilo de vida, convirtiéndola en caótica y más aún si se debe a pensamientos infundados de que no te sientes capaz de realizar determinada tarea o de que será demasiado difícil. La raíz del problema podría ser la falta de fortaleza mental para gestionar las emociones que la tarea en cuestión lleva asociadas.

Afortunadamente, es posible dejar de ser un procrastinador. Pero debes poner manos a la obra y tomar algunas medidas. Presta atención a las cinco recomendaciones que te mostraré a continuación.

O si prefieres, escríbeme para ayudarte a que desarrolles una mentalidad enfocada y disciplinada 😉

Consejos para poner fin a la procrastinación

 1. Divide y vencerás: Roma no se construyó en un día. Si tiendes a procrastinar en ciertas tareas, puedes intentar seccionar esos quehaceres en pequeñas mini tareas. Es decir, puedes realizarlas por tramos, fases o pasos. Haz un poco cada día, y llegarás al punto en que estarán terminadas.

2. Conócete a ti misma, identifica tus flaquezas: Tal vez seas una procrastinadora, pero si te detienes un segundo y te analizas sabrás que solo lo eres en ciertas áreas, incluso, solo en ciertas circunstancias. También es imprescindible identificar por qué tienes la necesidad de aplazar las cosas. Lo anterior es aplicable a cualquier ámbito de la vida. El autoconocimiento te ayudará a superar los miedos y las inseguridades. No te pongas excusas, solo conócete.

3. Toma la decisión y haz lo que tienes que hacer: Adquirir la costumbre de no dejar las tareas para después no será fácil, al menos al principio. Pero si persistes, no deberías tardar demasiado en coger la rutina correcta. También te recomiendo poner en práctica la regla de los dos minutos (ampliamente utilizada en GTD). Consiste en obligarse a realizar inmediatamente todas aquellas tareas que solo requieren dos minutos de tu tiempo. Eso liberará tu agenda más de lo que crees. Yo, particularmente, prefiero asumir los cinco minutos, que no dos, y me libera aún más.

4. Recompénsate y evita el castigo: Motívate a realizar las tareas que sueles aplazar fijándote una recompensa. Tal vez puedas ver tu película favorita, ordenar tu comida favorita, salir a pasear con tus amigos o familia o disfrutar de alguna otra actividad placentera una vez que hayas terminado tus labores. La sensación de hacer lo que te gusta, libre de preocupaciones, no tiene igual.

5. Disfruta de todo lo que haces: Procura realizar todas tus labores en orden de prioridad: haciendo primero lo urgente, luego lo importante, y después lo necesario. E independientemente de la tarea que realices, intenta disfrutar del proceso. Y no te olvides de tomarte algún respiro de vez en cuando.

Por último, hay que ser realistas: las responsabilidades son parte de la vida adulta, y nunca se terminan. Siempre tendrás, en mayor o menor grado, compromisos que asumir. Así que no te obsesiones, busca la perspectiva más favorable de ESO que pospones y disfruta el proceso.

No dejes que la procrastinación se apodere de tu vida. Sé valiente, toma la decisión y el control ¡ahora mismo! Share on X

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