fbpx
LOADING

Importancia del autoconocimiento al emprender. ¿Cómo he descubierto mi ADN emprendedor?

by Jhenny Antiques agosto 13, 2024

Una cosa es lo que quieres, otra lo que necesitas y otra muy diferente es LO QUE HAY.

Es decir, te toca juntar tus deseos, tus necesidades y lo que el universo dice que necesitas (pero no sabes por qué) e ir haciendo y tomando decisiones sobre la marcha, sin anestesias y con tal incertidumbre que te consume la ansiedad por dentro, y tratando de conservar el optimismo.

El blog de hoy es muy personal, de hecho, lo haré más a menudo. Quiero compartir mis «insights», experiencias y vivencias de mi camino de emprender.

A priori, cualquiera puede emprender, pero no todos son emprendedores.

Las habilidades para emprender las puedes aprender, pero la «madera de la que estas hecho» solo la reconoces sobre la marcha, en el camino… haciendo.

¿Tienes habilidades emprendedoras? O ¿tienes ADN emprendedor? Estas preguntas han rondado por mi cabeza muchas veces cuando he pensado en tirar la toalla. ¿soy emprendedora o no?


Una pincelada de mi camino y el reto de mis últimos años

Desde los 14-16 años empecé a embarcarme en diversos proyectos emprendedores con la finalidad de alcanzar ciertos objetivos personales. Por ejemplo, realizando encuestas a pie de calle, tratando de ahorrar para asistir al concierto X (Franco DeVita, en Venezuela). O hacía ventas a puerta fría de resorts, todo con el propósito de juntar el dinero suficiente para alquilar mi propio estudio.

Aunque era trabajo duro, y no precisamente el término clásico de ‘emprender’, fue durante este tiempo que la semilla de ser mi propia jefa empezó a germinar en mi interior. A afianzarse. Lo admito, era un poco ¿rebelde? ¿independiente? ¿libre? y la idea de hacer las cosas a mi manera, en mis propios términos y tiempos, era tentador. Así era yo, y lo sigo siendo. ¡Soy honesta! 😎

No obstante, este no es el momento ni el espacio para relatar todo el viaje de mi vida y cómo se inició mi verdadero camino emprendedor – reservaré eso para «otro» libro -.

En su lugar, hoy quiero compartirte un vistazo de la batalla a la que me he enfrentado, y ESTOY enfrentando desde los últimos años. La verdad detrás de la recuperación constante en la que me encuentro desde que me sumergí en el desafío retador, pero a la vez gratificante, del maravilloso mundo del emprendimiento.

No lo digo con sarcasmo… bueno, en realidad puede que un poco. Sin embargo, afirmo sinceramente que emprender es un desafío de proporciones monumentales. Un desafío que genera enormes niveles de estrés y ansiedad, pero que igualmente proporciona mucha satisfacción. A pesar de todo, no lo cambiaría por nada. Nunca se dijo que emprender fuera fácil, pero sin lugar a dudas, es una odisea tremendamente gratificante.

¡¡Si, así han sido estos dos últimos años!! Leíste bien, 2 años (dos y pico… y aún no cuento los ocho anteriores del inicio de emprender)… ¡desafiantes! ¡retadores! ¡agotadores! y a veces abrumadores.!

TEMPLANZA .- Esta es la palabra que resume, muy en esencia, estos dos años.

“La calma y el autocontrol en medio del caos, la tempestad y la incertidumbre” han sido mi gran maestría estos últimos años…. Y lo agradezco, también he de decirlo.

Así que, si piensas emprender, no se trata solamente de la paciencia y la resistencia, sino también de manifestar serenidad y autocontrol ante la adversidad, en medio de tempestades, de caos e incertidumbre. ¿Te suena exagerado? Puede. Pero cuando emprender va más allá de construir un negocio, se trata de construir tu estilo de vida y lo que dá sentido a tu vida… tal vez no suene tan exagerado.

Para mi, estos años han sido una maestría en el arte de mantener la calma y confianza en mí misma, y por eso, agradezco cada momento.

Expresar nuestros sentimientos a través de palabras puede ser un verdadero desafío, sobre todo para mi. Sin embargo, creo firmemente que, para seguir ofreciendo lo mejor de mí a mi familia, amigos y clientes, necesito mantener abiertos los canales de comunicación, cultivar estas relaciones y mantener la conexión emocional.

Por eso hoy decido compartir estas palabras contigo.

Tengo dos motivos principales para hacer esto:

En primer lugar, por una necesidad de catarsis.

No voy a negarlo, quizás sea incluso una necesidad de mi ego, pero si somos honestos, necesito y deseo desahogarme. Y ¿qué mejor forma de hacerlo que compartirlo contigo, que me sigues y me apoyas?. Han sido años duros para mi y mi autoestima, autoconfianza y paz mental aún están «tocadas». Abrirme a compartirlo será mi estrategia para sanarlas, sanarme.

En segundo lugar, deseo que esta experiencia pueda ser útil para alguien más.

En un mundo donde las redes sociales a menudo muestran “vidas idílicas”, siento el impulso de aportar una dosis de «vida real», MI vida real, con todos sus altibajos. Mis éxitos y desafíos son parte de mi historia, tal vez también de tu historia.

Así que aquí estamos, enfrentándonos a nuestros desafíos, celebrando nuestros triunfos y, sobre todo, compartiendo nuestras historias. Porque, al final del día, nuestras experiencias más humanas nos conectan y nos ayudan a crecer juntos.


El precio físico y mental de emprender

Desde hace un buen tiempo llevo «callada» en las redes sociales. En mi canal Youtube y en el blog llevo poco más de 1 año sin subir contenido. Los que me conocen han visto que he estado poco comunicativa… han sido un par de años MUY MOVIDOS en TODAS las áreas de mi vida.

Por eso digo, el universo ha querido brindarme la oportunidad de hacer una maestría en Templanza y algo más…

Me ha llovido tanto en 2 años que simplificaré bastante.

La vida, a veces, tiene formas inesperadas y desafiantes de enseñarnos lecciones.

En un momento dado tuve que resolver una situación familiar que necesitaba de toda mi atención. Para disponer de tiempo y enfocarme bien a ello, me volqué a hacer vídeos y contenido para mi proyecto.

Implicó largas y muy intensas horas de trabajo: definir las ideas, investigar contenido, estructurarlo, redactarlo, grabarme, editarme…

Quise darme un breve respiro para luego seguir adelante, en cuanto al canal y el blog, sin embargo, lo fui posponiendo para atender otras cosas. Ya sentía que lo de ser multitarea estaba mermando mi energía en general.

Estaban en curso otros proyectos y más gestiones en marcha: alquilar una oficina, contratar gente, gestionarla, despedirla, vender las cosas de la oficina, cerrar oficina, abrirse una puerta que desde hace tiempo estábamos “tocando” y entonces actuar en consecuencia: venir a vivir a EEUUvender todo lo del piso, entregar el piso, dejar lo que íbamos a conservar en cajas, alquilar una nueva oficina pero ya con otros objetivos, problemas con la nueva oficina – mientras tanto el reloj en cuenta regresiva – acabar de malas con esa oficina, tiempo y dinero desperdiciado, buscar otra oficina, mover las cosas en UNA noche.

Todo sin vuelta atrás… más las cosas personales y del día a día.

Todo eso me empezó a pasar factura.

Ya venía sintiéndome «agotada-agobiada-histérica-abrumada-exhausta-colapsada-fatigada-debilitada…» sin embargo, empleaba mis “armas de productividad” que tanto me gusta poner en práctica para retarme a mí misma, y mi cuerpo y mi mente empezaron a dejar de responder, literalmente.

– Empecé a tener con cierta frecuencia parálisis del sueño (nunca me había pasado y créeme no es nada agradable, puede ser muy angustiante).

– Falta de atención a niveles preocupantes (ponía la sartén en el fuego y se me olvidaba).

– Pérdida de memoria a corto plazo.

– Falta de reacción y constante períodos de ausencia. Me preguntaban algo y no reaccionaba.

Y algunas cosas más.


Ahora que estoy asentando aún más lo aprendido, se me confirma nuevamente que, es esencial el AUTOCONOCIMIENTO PROFUNDO DE UNO MISMO. ¡Sin lugar a dudas!

Todas esas pruebas me estaban superando, abrumando… y solo EN LA CALMA Y EN LA RE-CONEXIÓN CONMIGO MISMA me permitían seguir adelante, no en la productividad.

Y si, ¡tengo ADN emprendedor! 💪

Y cuanto más te conoces más rápida es tu recuperación. No se trata de no caer, sino de recuperarte, a tu ritmo.

Así es como lo he ido, y estoy superando. Ahora estoy en una nueva fase, nuevos retos.

Esta vez es un nuevo comienzo, pero no desde cero.

Desde hace 9 meses estamos en los Estados Unidos para seguir creciendo personal y profesionalmente.

Poco a poco he ido recuperando mi creatividad y mi disposición para la acción.

Creo firmemente en la importancia de vivir conscientemente, con intención y sobre todo con coherencia entre lo que somos y hacemos, por eso, sigo trabajando en mí.

Estoy reordenando mi mente, mis emociones, mis prioridades y, aunque todavía estoy en ese proceso, estoy entusiasmada por comenzar a compartir de nuevo contigo.

Sé que el camino no será fácil, ni puedo prometer que siempre estaré presente -estoy trabajando en ello- Pero puedo prometerte esto: siempre seré auténtica, siempre hablaré desde el corazón y siempre me esforzaré porque crezcamos juntos.


Gracias por entender. Gracias por la paciencia. Pero, sobre todo, gracias por estar aquí. 🥰

PD.: En mi siguiente post te hablaré de mis primeros libros 🤗 🥳

Related Articles