¿Qué son las competencias emocionales Goleman?
Las competencias emocionales Goleman son las 5 competencias emocionales descritas por el prestigioso psicólogo estadounidense David Goleman, autor del famoso libro Inteligencia Emocional.
Goleman describe la inteligencia emocional como la capacidad de cada individuo tiene de conocer y también de interpretar las emociones, tanto las propias como las de otras personas. Y, dentro de este campo, existen 5 competencias básicas que pueden trabajarse y potenciarse con el objetivo de aumentar la inteligencia emocional para mejorar como personas.
Las 5 competencias emocionales de Goleman
Las competencias emocionales de Goleman pueden ayudarnos a nuestro desarrollo personal y por eso es bueno conocerlas y saber en qué consiste cada una de ellas. Además, es muy importante insistir en que mientras la capacidad intelectual es algo con lo que se nace y que se relaciona, hasta ahora, con el coeficiente intelectual, la inteligencia emocional se puede trabajar y adquirir ¡Está en nuestras manos!
1. Autoconciencia
La primera de las competencias tiene que ver con uno mismo, con el interior de la persona y con el conocimiento y entendimiento de las propias emociones. Esto puede parecer algo básico y sencillo pero es más complejo de lo que parece a primera vista.
¿Alguna vez te has sentido enfadado con una persona o una situación pero no eres capaz de expresar qué es lo que realmente te ha molestado? ¿O tienes una sensación en tu interior que no puedes definir o no sabes identificar pero hace que no logres sentirte a gusto contigo mismo?
Todos nos hemos sentido así en algún momento y poder identificar qué se siente y analizar el por qué se está sintiendo es una gran ayuda para poder entender muchos de los procesos por los que pasamos. Conocerte, o casi podríamos decir descubrirte, va a ser un trabajo arduo y que nunca termina del todo, pero que te va a dar grandes satisfacciones porque dejarás de sentir esa frustración que a veces se produce cuando “no nos entendemos ni nosotros mismos”.
2. Autorregulación
Cuando ya conoces tus sentimientos y eres capaz de identificarlos y saber de dónde provienen es el momento de comenzar a influir en ellos para no dejar que te dominen por completo. Evidentemente, no somos robots y no podemos programarnos para estar siempre felices y contentos(de hecho, estar siempre feliz no es realista en lo absoluto) pero sí podemos influir en nuestros sentimientos para mejorar sensaciones y evitar dejarnos llevar por aquellas más negativas.
Esto va a causar cambios en tu vida muy significativos, aprenderás a no dejarte llevar por la negatividad y a autorregular tus emociones para que no dirijan tu vida. Día a día y gracias a una serie de herramientas básicas, podrás ir adquiriendo hábitos en tu pensamiento que te ayudarán a conseguirlo.
3. Motivación.
La tercera de las competencias emocionales Goleman también tiene que ver con uno mismo. Con la capacidad que tenemos para motivarnos para conseguir nuestros objetivos. Una vez que ya te conoces mejor a ti mismo y eres capaz de cambiar esos sentimientos negativos o al menos suavizarlos, llega el momento de usar esos cambios para darte el impulso que necesitas para alcanzar tus metas.
Ya has cambiado en tu interior y ahora esos cambios comenzarán a verse en tu exterior, en tus patrones de comportamiento y en tu forma de afrontar la vida y también en las recompensas que logras por tu esfuerzos.
4. Empatía.
Tras haber trabajado tu interior llega la hora de desarrollar también competencias emocionales que tienen que ver con el resto de las personas que te rodean. Y la más importante es la empatía, esa capacidad de ponerse en el lugar del otro y entender sus emociones y sentimientos incluso cuando no se comparten.
Pero para Goleman la empatía tiene que ir un paso más allá y no limitarse tan solo a entender las emociones de los demás, sino también tenerlas en cuenta cuando actuamos. Esto nos ayudará a ser más conscientes de cómo nuestros actos pueden influir en las personas que nos rodean y evitar dentro de lo posible actuar de forma que podamos hacer daño sin querer a quienes más nos importan. Y otro aspecto importante es que nuestra forma de tratar a los demás impacta, de una forma u otra, cómo ellos nos tratarán.
5. Habilidades sociales.
Por último, aunque no menos importantes, están las habilidades sociales. Esas cualidades que nos ayudan a relacionarnos con los demás de una manera efectiva. Por ejemplo, aquellas que nos hacen ser más sociables, como el perder el miedo a entablar una conversación con un desconocido o conectar mejor con las personas que acabamos de conocer.
También están las habilidades sociales que nos ayudan en el terreno laboral, como la capacidad de hablar en público o la habilidad para exponer nuestro punto de vista y defender nuestras ideas sin atacar a los demás, con asertividad.
Desarrollar las competencias emocionales de Goleman cambiará significativamente la vida de cualquier persona y es un camino que merece la pena recorrer. Si necesitas un apoyo y quieres que te ayude a comenzarlo, puedes contar conmigo.